El Paisaje
interior
Una serena visión de la naturaleza,
cargada de sutiles matices expresivos nos muestra las acuarelas
de Liliana Costanza. Esta artista no hace una representación
naturalista del paisaje sino que nos brinda una expresión
de sus propias vivencias ante el espectáculo de la
naturaleza. De tal modo, su pintura se refiere meas a su mundo
interior que al exterior.
Se trata de paisajes imaginados, que provienen de una memoria
perceptiva que ha internalizado la vivencia dele spectáculo
de la naturaleza y su captación a través de
los sentidos. Todo ello ha quedaddo anidado en su memoria.Por
eso sus acuarelas no se refieren a un paisaje determinado
sino al paisaje como un hecho genérico. Tiene que ver
con el cúmulo de vivencias incorporadas a lo largo
de la vida, con la imaginación y con el deseo, que
potencia y desarrolla esa visión.
En estos paisajes aparece, casi siempre, una luz que se derrama
adquiriendo un eje central en la composición.Más
que de una luz atmosférica del exterior, obedece a
una luz interior que brota delcorazón de la artista
y que tiene que ver cone se deseo que da vida a sus sentimientos.
El color actúa como un elemento dinamizador de las
formas y se manifiesta preferentemente en dos gamas, “entr
la tierra y el cielo’ como decía Paul Klee.En
ese espacio exterior/interior la artista encuentra el cauce
de la expresividad. Trata así de lo inasible, que se
ponde de relieve como manifestación de la inmaterialidad
de las vivencias y sus ambiguedades perceptivas.
En sus tintas hallamos una perspectiva diferente, dada por
la estructuración dinámica de los planos y los
contrastes entre blancos y negros, las líneas son igualmente
sutiles, gracias a las diferentes tramas que utiliza en cada
espacio delimitado.
Aquí el paisaje es otro, ya que se refiere a grafías
urbanas, en las que los perfiles de la ciudad se recomponen
en una síntesis estructural hecha de fragmentos y superposiciones.
El procedimiento cambia pero el estímulo creador es
el mismo en la dialéctica del mundo exterior/interior.
Con estos recursos expresivos, que muestran dos vías
diferentes en sus acuarelas y en sus dibujos, al artista pone
de manifiesto un mundo propio que se afirma plásticamente
con coherencia y expone con convicción.
Fermín Fevre
Buenos Aires, Noviembre de 2004
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