|  En su última 
                    exposición Liliana Costanza despliega dos aspectos 
                    muy diferentes de su personalidad artística, demostrando 
                    una inusual versatilidad en acuarela y tinta sobre papel. 
                    En sus pinturas se alternan frente al observador los serenos 
                    paisajes y los dramáticos cielos. El conjunto esta 
                    integrado por creaciones imaginarias en las cuales su sensitiva 
                    naturaleza aparece en radiantes colores. Sin embargo, estas 
                    no son totalmente representativas. Por cierto, parecen pertenecer 
                    mucho más a su vida interior que a cualquier rasgo 
                    proveniente del exterior.Sin embargo, su profubndo amor por la naturaleza es evidente 
                    en toques vivos y contrastados, de tal modo que cuando es 
                    necesario señalar acentos, los sugiere con sutileza 
                    y armonía ofeciendo una visión del paisaje serena 
                    y lírica pero al mismo tiempo viva y hermosa.
 También hay belleza en sus otras imágenes dramáticamente 
                    coloridas que vagan dentro de estados de ánimo más 
                    íntimos rememorando la música de Berlioz en 
                    sus románticos cielos o especialmente en escenas submarinas, 
                    la meas misteriosa de Debussy.
 Encontramos también en algunas de ellas un tono decididamente 
                    teatral pues a pesar de la delicada técnica elegida, 
                    Costanza logra efectos dramáticos de manera remarcable.
 Sus dibujos en tinta muestran un mundo totalmente diferente. 
                    La relación con las acuarelas puede encontrarse en 
                    la delicadeza de líneas que separa las figuras inclusive 
                    al mismo tiempo hay una transición indisoluble entre 
                    los trazos irregulares y geométricos relacionados entre 
                    sí como si fueran partes de un extraño dise˜õ 
                    de tapiz. Diferentes y delicados toques llenan algunas formas 
                    que se laternan con negros plenos y blancos. Esto provee una 
                    incesante variedad de grises que resulta d elas diferentes 
                    texturas que confieren una rara undad al conjunto de esa dinámica 
                    estructura.
 Alfredo Cernadas Quesada, 2005
 Fermín 
                    Févre   |   
                    César Magrini   
                    |   Adriana 
                    Budich   |   Alfredo 
                    Cernadas Quesada  |  
                    Marcela Costa Peuser |